Esta pintura está realizada en la fachada de un local, sobre una pared rustica (mal lucida a propósito) por lo tanto muy rugosa. Los materiales empleados son pintura plástica blanca, mezclada con los tintes necesarios para obtener los tonos deseados y finalmente una imprimación en látex para protegerlo de la lluvia y el sol.
Este acabado le da un tono algo brillante, (no tanto como el barniz) y queda bastante bien.
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